Descubre 3 tipos de estrategias de mantenimiento para motores eléctricos
Un correcto mantenimiento de los motores eléctricos es la clave para preservar el buen funcionamiento de estos equipos. Al fin y al cabo, todo dispositivo eléctrico requiere una inspección periódica para evitar fallos y averías que podrían ralentizar la productividad de las personas que los manejan.
¿Pero qué estrategias se pueden utilizar para prevenir estos percances? A fin de responder esta pregunta, en el siguiente artículo te mostramos 3 tipos de mantenimiento de motores eléctricos.
1. Mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo de motores eléctricos es un programa de conservación que se diseñó para ayudar a prevenir averías. Su objetivo es evitar la necesidad de reparar el equipo después de un fallo.
En las operaciones industriales, las interrupciones no programadas de la producción o los largos períodos de inactividad por reparaciones suponen grandes gastos y un potencial problema de seguridad. Por esta razón, es esencial inspeccionar con frecuencia los motores para garantizar su máxima fiabilidad operativa.
Estos programas requieren comprobaciones detalladas para ser eficaces. Todos los motores in situ deben tener su propio número de identificación individual, así como un registro que identifique la marca del equipo, las fechas de inspección y las descripciones de las reparaciones que se realizaron en el pasado.
Al llevar un registro, la causa de cualquier avería anterior puede ayudar a indicar el motivo de otros problemas que podrían surgir en el futuro. Asimismo, es importante señalar que, en todos los programas, debe consultarse la documentación técnica del fabricante del aparato antes de realizar las reparaciones.
Existen una serie de pruebas preventivas rutinarias para motores eléctricos que garantizan su correcto funcionamiento y alargan su vida útil. Entre ellas encontramos:
- La revisión del historial de servicio.
- Las inspecciones visuales (daños y quemaduras).
- El control del interruptor de arranque y los fusibles.
- Las pruebas del bobinado (resistencia y continuidad del aislamiento).
- El mantenimiento de los rodamientos.
- La inspección de ruidos y vibraciones.
La frecuencia y el nivel de detalle de las inspecciones pueden variar en función de factores como la naturaleza crítica del motor, su función y su entorno operativo. Por lo tanto, un programa de inspección debe ser flexible y adaptarse a las necesidades de cada entorno industrial.
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2. Mantenimiento predictivo
Como su nombre indica, el mantenimiento predictivo de motores eléctricos es una técnica que se emplea para predecir cuándo es probable que falle un equipo, de modo que el componente se sustituya antes de que se produzca el fallo. Esto ayuda a reducir el tiempo de inactividad y maximizar la vida útil del dispositivo.
La importancia de esta tarea radica en la seguridad de los motores y sus componentes, que incluyen controles y rodamientos. Teniendo esto en cuenta, podemos decir que sus principales ventajas son:
Permite ahorrar tiempo y dinero
Este tipo de mantenimiento supone un gran ahorro de tiempo y dinero en las instalaciones. A diferencia de los programas que esperan a que un aparato presente daños, esta modalidad de conservación está orientada a rentabilizar el gasto de implantación, considerando al mismo tiempo el factor económico.
Minimiza el tiempo de inactividad
Al prevenir los fallos antes de que se produzcan, se reduce de manera efectiva el tiempo de inactividad que provocan las averías de los equipos.
Fomenta una mano de obra proactiva
Cuando se sigue la misma rutina día tras día, los trabajadores pueden caer en el conformismo. Además, es muy probable que se aferren a la mentalidad tradicional de esperar a que fallen los equipos. En cambio, al introducir este nuevo método de trabajo, los empleados serán más proactivos a la hora de prevenir averías en los motores eléctricos.
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3. Mantenimiento reactivo
El mantenimiento reactivo de motores eléctricos consiste en actuar sobre los fallos o averías de los equipos una vez que se han producido, con el fin de restablecer las condiciones normales de funcionamiento. Esto difiere de las estrategias que mencionamos en los puntos anteriores, cuyo objetivo es anticiparse a estos problemas y tomar medidas para evitar que se produzcan.
Desde un punto de vista financiero, este plan puede ser beneficioso para muchas empresas. Esto se debe a que revisar los equipos cuando es necesario requiere menos tiempo y dinero que realizar un mantenimiento rutinario.
Sin embargo, lo recomendable es que este procedimiento no sea la única estrategia que uses para reparar tus equipos, puesto que no es sostenible a largo plazo. Para equipos e instalaciones importantes, siempre es bueno aplicar una combinación de estrategias de mantenimiento preventivo, predictivo y reactivo.
¡Ahora ya sabes cómo darle mantenimiento a tus motores eléctricos! Analiza la situación de tus equipos y elige la estrategia que más te convenga. No olvides que usar los 3 tipos que mencionamos en este artículo te permitirá prolongar la vida útil de tus dispositivos. ¡Esperamos que esta información te haya resultado útil!
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